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December 6, 2017

¿Por qué destinar el 30% de tu sueldo para pagar la Renta?


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Llego la quincena y es momento de realizar los pagos correspondientes, entre la renta, la luz, el agua, alguna tarjeta de crédito, gas, colegiaturas, seguros, membresías, el super y otras cosas que se presentan a diario se vacía tu cartera. No te alcanza y ya no sabes de dónde sacar dinero para completar. ¿Te ha pasado?

Pues no eres el único; todo lo que recibes en la quincena se va en todos tus gastos. ¿Sabes por qué te pasa esto?

La respuesta está en que no tienes una buena administración con tus ingresos.

El no tener una correcta administración ocasiona malos hábitos, impidiéndote pagar tus gastos básicos; lo que te provocará endeudamiento o incremento en el que ya tienes.

Dicho lo anterior, te preguntarás

¿Cuánto es lo que debo ahorrar o congelar de mi salario para arrendar una propiedad?

Administración de ingresos

Los costos de vivienda consumen una gran proporción del presupuesto familiar y representan el gasto individual más grande para muchas personas y familias. Al sumar elementos como el alquiler, gas, energía eléctrica, agua y mantenimiento.

En México, las familias gastan en promedio el 21% de su ingreso bruto. Ajustado disponible en mantener su vivienda, cifra ligeramente mayor que el promedio de la OCDE de 20%.

Para poder tener una distribución apropiada de tus gastos debes de asignar el 30% como pago máximo de la renta del total del ingreso que percibes mensualmente.

Te recomiendo que primero conozcas cuál es el equivalente al 30% de tu sueldo y a partir de dicha cantidad comiences a buscar el espacio para dividir tus otros gastos, ya sea que lo hagas sólo o con otra persona.

Si vas a rentar de forma compartida puede traerte varios beneficios, como incrementar el monto a rentar. Ya que, al juntar ambos sueldos es posible sustraer el porcentaje antes señalado como una oportunidad de vivir en un inmueble más amplio y cómodo. En zonas con mayor plusvalía y ubicación.

Seguramente te estás preguntando porqué el 30% de tu salario y no un 20% o un 40%. Pues bien, de acuerdo con cálculos propuestos por expertos en materia financiera existe una fórmula comprobada que puede traer beneficios a la economía de cualquier individuo.

Solo hace falta dividir el salario de la siguiente manera: 50/30/20.

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Siendo que el 50% debe ser asignado a gastos básicos (alimentos, pago de servicios, renta y/o hipoteca), 30% a gastos personales (ropa, entretenimiento y esparcimiento) y 20% al ahorro.

Esto habla de que, resguardando dichos porcentajes, las cuentas podrán ser claras y despresurizadas. Al evitar gastos emergentes y un pleno control del efectivo.

Esta cifra puede ser elevada (si lo hace debe ser levemente) si la ubicación y/o las características del lugar que rentan lo ameritan. Y si el resto de la carga económica familiar es baja, por ejemplo, si su ubicación permite el ahorro en el consumo de transporte a los lugares de trabajo o escuelas para los hijos.

EJEMPLO DE UN CASO IDEAL

Si puedes conseguir pagar una renta bajo el 25% del total de ingreso libre ¡estás en el caso ideal!

Pero si por el contrario, estás pagando una exorbitante cifra como por ejemplo sobre un 35% o 40%, debes tomar medidas urgentes puesto que estarías destinando demasiados recursos para un concepto que si bien es vital no lo es todo.

ENTONCES: PASO A PASO

1.- Debes de tener claro cuál es el ingreso neto total (ingresos totales descontando salud, pensión de retiro e impuestos)

2.- Tener claro que se deben sumar todos los ingresos en neto que ingresen en el grupo familiar del hogar

3.- Tener claro que el máximo a pagar en alquiler es de un 30% (Recuerda que este porcentaje puede ser flexible levemente si el alquiler presenta beneficios como ubicación u otras características beneficiosas a considerar y si el resto de la carga económica familiar es baja)

Para finalizar, antes de ponerte a buscar un nuevo hogar o en el caso de que te vayas a independizar, la recomendación es tomar la calculadora, lápiz y papel.

Sumar el total de ingresos en neto con los que cuentas y calcular entre un 20% a un 30% de ello. Para que sepas en qué tipo de rentas te puedes fijar, antes de cometer el típico error en el que cae la mayoría.

“Dejarse llevar por las ganas de cambiar a una bonita casa, la cual está por arriba de lo que deberían destinar de renta y terminan haciendo un muy mal negocio. Trabajando muy duro para pagar una renta que no es acorde al nivel de ingresos del grupo familiar”.

Entonces para evitar “enamorarse” de un inmueble que definitivamente no deberás rentar, debes comenzar teniendo claro el presupuesto ideal como el máximo que puedes destinar a ello.

O bien si estas por independizarte y es tu primera vez rentando.

¡No te apresures!

Asegúrate de que tienes el fondo necesario para poder cumplir con los pagos.